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Presentación
La huerta de Murcia es un paisaje con gran riqueza histórica, ecológica, cultural
y patrimonial que ha sufrido el abandono y el impacto de un crecimiento
urbanístico desordenado y poco sensible a sus valores. Combina ecosistemas
de ribera, huertas y red de riego tradicional. La cartografía a una escala suficiente
para apreciar su patrimonio cultural y natural es escasa. Este proyecto
titulado La Memoria del Agua de San Ginés (2019-2020) aspira a crear un mayor
sentimiento de pertenencia y arraigo a través del proceso creativo y colaborativo
materializado/realizado con el dibujo de mapas que incluyan sus ríos,
acequias, brazales y pozas. Además, esperamos que genere conversaciones
sobre la situación de estos parajes huertanos y que anime a otros a desarrollar
iniciativas similares en sus poblaciones. Siguiendo los pasos del proyecto
Assáqya, acequias de Era Alta y San Ginés (2017) desarrollado por los centros
culturales de Era Alta y San Ginés, nos proponemos señalar y compartir los
caminos del agua.
Han sido diversas las estrategias utilizadas en esta investigación. Por una parte,
vecinos de San Ginés, de pedanías colindantes y estudiosos de la Huerta y
su historia nos han acompañado en la exploración del lugar en los tres recorridos
realizados. Seguimos el murmullo del agua y localizamos las acequias que
riegan la zona a pesar de que la mayoría están ocultas bajo el asfalto, transmutadas
en tubos de hormigón. Las personas que nos acompañan comparten
con nosotros sus conocimientos sobre los diferentes lugares visitados.
Después de cada recorrido, nos reunimos con los participantes en el centro
cultural para poner en común lo aprendido en las exploraciones y comprobar
la corrección de los topónimos y la localización de los elementos identificados.
En ocasiones, incluso los colaboradores que asisten a estos encuentros
se animan a dibujar y surgen nuevos hitos patrimoniales o paisajísticos. La
necesidad de ampliar la información nos invita a contactar con otras personas
que relatan valiosas memorias personales de su infancia y juventud asociadas
a un paisaje transformado que describen in situ. Así, en este proceso de
investigación y creación, también vamos poco a poco tejiendo una comunidad
vinculada al proyecto y al territorio.
Por otra parte, indagamos en cartografía histórica y realizamos un estudio
comparativo para identificar el sistema de riego, ríos, ramblas, sus nombres y
evolución. Nos referimos, entre otros, a planos como el realizado en 1809 por
Pablo del Villar que recoge toda la huerta de Murcia o a las fotografías de vuelo
realizadas en 1929 por Julio Ruiz de Alda.
Completamos la información visual con la consulta de bibliografía relativa a la
Huerta, destacando publicaciones como Repartimiento y Repoblación de Murcia
en el siglo XIII (Torres Fontes, 1990), Continuidad y cambio en la huerta de
Murcia (Francisco Calvo García-Tornel, 1982), Agua e irrigación en la Murcia
árabe (Robert Pocklington y Alfonso Carmona, 2008) o Agua y enfrentamiento
entre poderosos en Murcia durante el siglo XVIII (La construcción de El Reguerón)
(Hernández et al., 2015).
Entusiasmados por lugares visitados como la Poza de las Barracas o el Canal
de los Horneros y ante la imposibilidad de recoger todos los valores de estos
enclaves en una primera visita, volvemos a los mismos para observarlos
con más detenimiento. Esto nos permite completar la información incluyendo
otros elementos como puentes, partidores o árboles. Asimismo, nos encontramos
de forma inesperada con otras personas que nos aportan más recuerdos
y detalles que enriquecen nuestra visión y los propios mapas. Comprobamos
que algunos rincones están tan cargados de memoria y patrimonio hidráulico
que consideramos necesario hacer mapas a una escala mayor para recoger
toda esa riqueza. Es el caso del Rincón de los Maurillos o del tramo de la Acequia
Mayor de Barreras entre La Agramansa y Molino del Rey.
Es importante señalar que el sistema de riego representado recoge las acequias
y brazales más importantes. Sin embargo, existen muchos más brazales
pequeños y canaletas que completan esta inteligente red que, utilizando sólo
la fuerza de la gravedad, lleva el agua hasta la huerta más alejada de la acequia
madre.
Consideramos necesario ampliar la zona de estudio más allá de la pedanía de
San Ginés para poder recoger inicios y finales de acequias y brazales, entendiendo
así mejor el funcionamiento y conectividad de la red.
Los mapas convencionales suelen representar el territorio en un momento
concreto, son una foto fija de la realidad, sin embargo, los lugares cambian
constantemente. Esta es la razón por la que algunos de los elementos que presentamos
en estos mapas no son coetáneos y otros han sido transformados o
han desaparecido. En este sentido, no representan sólo el lugar, sino también
el tiempo. Las carreteras y caminos dibujados sí que son los actuales con la intención
de facilitar la localización de los diferentes enclaves. Quien siga estos
mapas podrá encontrar los brazales en cuyos quijeros crecen frondosos olmos
y álamos, observar los monumentales partidores y brencas talladas en piedra
o fotografiar el Canal de Torres, pero también puede que llegue a un paraje y
no encuentre el cauce o la poza porque ya no existen.
En definitiva, los mapas elaborados son una representación del territorio físico
y también del paisaje de la memoria. En este sentido, son una combinación
de la observación objetiva y subjetiva del paisaje que no surge de una visión
inamovible o predominante, sino de la experiencia y la mirada colectiva.
Os animamos a seguir los caminos del agua y a dibujar los mapas de vuestros
rincones de la Huerta. Ojalá aprender de esa memoria ecológica y compartirla
nos inspire para imaginar futuros de mitigación y adaptación a la emergencia
climática.
Gracias a todos los que habéis contribuido a la elaboración de esta cartografía
del agua.
Tomás García Martínez, documentalista
Antonio José García Cano, profesor y artista
Paco Puig Esparza, coordinador del Centro Cultural de San Ginés
Mapas
Mapas realizados por el artista Antonio José García Cano.